jueves, 28 de julio de 2011

La regla de los tres días

He llegado a la conclusión de que si quiero que esto tenga resultados, debo ir al gimnasio como mínimo tres días a la semana. Pase lo que pase, es algo que no me puedo saltar. Puedo ir lunes, martes y miércoles, o alternarlo lunes martes y jueves o como me venga bien. El horario es lo de menos. Lo realmente importante es que bajo ninguna circunstancia puedo dejar que pase una semana en la que no haya acudido al gimnasio al menos tres veces. A partir de ahora esta afirmación será conocida como La regla de los tres días

Bien, haciendo balance de esta semana, el lunes decidí no ir (recordemos la entrada de la playa).
El martes si fui (bien por mi)
Ayer miércoles fui de nuevo (eso ya son dos días)
Hoy no voy a ir :(
Sufro de una ligera indisposción gastroinstentinal que me impediría realizar el esfuerzo necesario en el gimnasio. Un esfuerzo excesivo podría tener efectos catastróficos para mis calzonzillos... Aparte de que mi reputación entre la gente del gimnasio se resentiría notablemente.
Algo me dice que la pizza que me tomé ayer para cenar no me ha sentado del todo bien.

Ummm, Está muy buena, pero puede sentar un poco mal...
Es por ello que he decidido no ir hoy, pero según la regla, significa que me planto en viernes habiendo ido al gimnasio solo 2 días esta semana... Maldita playa, ahora veo que todo acto tiene su consecuencia. Si quiero cumplir con La Regla, deberé ir al gimnasio después del curro.
Los viernes apetece menos, salgo del trabajo a mediodía y no apetece nada. Bueno, nadie dijo que esto iba a ser fácil.

Tan solo no iré si sigo mal del estómago (tan mal que no pueda ni ir a trabajar)
Una cosa es ser consecuente y trabajar duro para mejorar la voluntad de uno mismo y la auto estima, y otra muy diferente es ser gilipollas. Y no arriesgar la salud de mis esfínteres por respetar ninguna estúpida regla. Pero los temas de salud serán solo una excepción, por lo que vuelvo a definir la regla:

La Regla de los tres días: "Deberé acudir al gimnasio un mínimo de tres días semanales. Tan solo se puede saltar esta regla por motivos graves de salud o por motivos de fuerza mayor."

Uff, si me disculpáis, tengo una labor ineludible que me reclama con urgencia...

miércoles, 27 de julio de 2011

Alan Wake

Parece que lo de llamarme a las 18:00 para convencerme de cambiar el gimnasio por la playa se está convirtiendo en costumbre. Ayer fue de nuevo Shei quien me llamó para proponerme el mismo plan del lunes. Sol y playa en lugar de sudor y dolor. Realmente tentador. Pero esta vez logré mantenerme firme en mi determinación y fui finalmente al gimnasio. A Shei no le quedó más remedio que ir a la playa en bus. Al menos creo que entiende mis motivos y me apoya. Es una de las cosas por la que la quiero: que me entiende casi siempre.

Dejando ese tema aparte, ayer me dejé la piel en el gimnasio. Me di una auténtica paliza. Seguro que muchos pensáis que es la falta de hábito, que llevo muy pocos días yendo y que para mi cualquier esfuerzo debe suponer una odisea. Y en parte no os falta razón. Estoy algo oxidadillo y las agujetas no perdonan, pero es que además de eso ayer estaba realmente motivado, decidido a que el tiempo que paso en el gimnasio me cunda. No sirve de mucho acudir si uno no cumple con LA TABLA. Esa tabla marca los ejercicios que se deben realizar ese día, así como repeticiones de los mismos, nº de kilos de cada pesa, etc. Hablaré de ella en otra entrada con más detalle, lo prometo. De momento tan solo diré que ayer cumplí con la tabla al 100%. Y ese es otro motivo que me llena de satisfacción.

Terminar la tabla de ejercicios al 100%
Y al volver a casa me esperaba mi recompensa, también relacionada con una de mis pasiones: los videojuegos. Había llegado a casa mi último pedido online de videojuegos para mi xbox 360: el Alan Wake

No pinta nada mal
Para el que no conozca el juego, se trata de una especie de aventura en tercera persona, con una lograda ambientación de misterio y terror. En un principio se podría englobar en el género de los survival horror en el aspecto de que estas solo frente a un montón de monstruos empeñados en acabar contigo, como el archi famoso Resident Evil, pero con una mayor importancia en lograr que la atmósfera de misterio sea mucho más realista. Y debo decir que por lo poco que he visto este juego cumple con ello a las mil maravillas. Por ello creo que se acerca mucho más al también archi conocido Silent Hill, con el que guarda muchas más similitudes que con el título de Capcom.
Y eso me encanta. Me gusta jugar a este tipo de juegos en el que prima resolver misterios para avanzar en la historia, que te enganchan para saber que va a pasar a continuación. No todo va a ser matar bichos feos sin parar. Me gusta que exista una buena historia de terror de transfondo, que en este caso promete ser altamente interesante. Es como si alguien convirtiese en videojuego una buena novela de terror de Stephen King (reconozco que no soy un gran fan del género, solo he nombrado este escritor porque es de los pocos que conozco).

Haciendo un resumen de lo poco que he jugado hasta ahora, jugamos en el papel de Alan Wake, escritor de éxito de novelas de misterio y terror (que apropiado para un juego de misterio) que se encuentra atravesando una pequeña sequía narrativa (vamos, que no tiene ideas para un nuevo libro). Además tiene extrañas pesadillas, terroríficas y muy realistas que lo tienen desconcertado, pero a las que no ha dado excesiva importancia. al fin y al cabo todo el mundo tiene un mal sueño de vez en cuando...

Buscando la  inspiración que le falta para una nueva novela decide viajar junto con su esposa a un pequeño pueblo llamado Bright Falls.
El pueblo parece el típico pueblo tranquilo y aburrido en medio de las montañas, con su lago y todo. Todo paz y tranquilidad (pueblo tranquilo aparentemente feliz en medio de la nada. ¿A alguien le suena este argumento inicial?).  
Pero pronto nuestro protagonista descubrirá que el pueblo esconde un terrible secreto, empiezan a acontecer sucesos escabrosos, mezclados con otros claramente paranormales...  y altamente peligrosos. Además las pesadillas parecen tener ahora un nuevo significado. ¿Y si no se tratase solo de sueños? ¿Y si significan algo más, una pista que le lleva inevitablemente a investigar algo terrible a la vez que misterioso?


Y hasta aquí puedo leer, solo puedo decir que la ambientación de misterio del juego me ha parecido genial, que el doblaje (las voces están 100% en español) de momento me ha sorprendido por su calidad (no hubiese sido el primer juego que la caga en este tema) y que la historia promete ser larga y entretenida. O al menos eso espero.


Esta tarde, después del gimnasio por supuesto, nueva dosis de Alan Wake.

martes, 26 de julio de 2011

Playa

 Las 18:00 de un lunes. A punto de salir de la oficina después de un día de duro trabajo. Totalmente dispuesto a ir directo al gimnasio y cumplir como un hombre.
Entonces llega la llamada fatídica. Suena mi blackberry. Es mi novia, Shei. Me pregunta si voy a ir al gimnasio después del trabajo. Esta claro que no es una pregunta casual, ha llamado por algo. "Si", le digo yo inocentemente. "Esa es la idea, ir directo al gimnasio desde el curro".
Ella me contesta "Ah, ya lo pensaba. Es que había pensado en ir a la playa esta tarde, como hace buen día..." Y era cierto. El tiempo el fin de semana había sido una mierda, con nubes y viento, aunque sin llegar a llover. Y me había fastidiado bastante no poder disfrutar a lo largo del fin de semana del calor del verano y la playa, que tenemos muy cerca de casa.

Entiendo que ella quiera ir a la playa. Hace un día estupendo que invita al baño. Además ella actualmente no trabaja. Se está sacando la carrera y actualmente está de vacaciones. Y lleva todo el día sin salir de casa y necesita salir un poco y despejar se. Pero tiene un pequeño problema: no tiene coche. Solo tenemos un coche, y lo utilizo yo para ir a trabajar. Así que el motivo de su llamada es simple: convencerme para que no vaya hoy al gimnasio, y en su lugar la recoja de casa y vayamos juntos a la playa en el coche. Tentador.

Vale, a lo mejor no era EXACTAMENTE esta playa...


Y ahí estaba de nuevo frente a mi la dura prueba de la voluntad. Debía decidir si mantenerme firme en mi convicción de ir al gimnasio pasara lo que pasara o ceder a la fuerte tentación de ir a la playa con Shei para, una vez más, relajarme y disfrutar del verano junto a mi chica.
De nuevo se presentaba en mi esa lucha por decidir entre el deseo y lo que pensaba era lo correcto.
Me lo pensé unos instantes, no lo voy a negar. Por una parte debía ir al gimnasio, era mi deber. Todo eso de fortalecer mi frágil voluntad a base de esfuerzo y disciplina. Pero por otra parte me encontraba realmente cansado. No había dormido demasiado bien la noche anterior, y no es aconsejable hacer esfuerzos cuando no se está al 100%. Se pueden producir lesiones serias si se realizan ejercicios físicos con carencia de sueño. Si, ya se que suena a una mala escusa, pero es la verdad. Me podéis creer o no, es cosa vuestra.

Adivinad lo que hice. Efectivamente, le dieron por saco de nuevo al gimnasio. Deseaba ir a la playa, era como una especie de venganza por el mal tiempo que había echo el fin de semana. Necesitaba un poco de sol, agua y relajarme. Y estaba muy cansado, a esas horas del día mi determinación de ir al gimnasio como fuese, a pesar del agotamiento y el sueño, estaba flaqueando seriamente.
¿Soy una mala persona por ello? Creo que no. Tan solo una persona débil.

De modo que esa llamada en realidad fue como una liberación. Podía escaquearme de mi obligación autoimpuesta gracias a que Shei me necesitaba (bueno, más bien necesitaba el coche, pero para el caso es lo mismo) para ir a la playa y la única forma de concederle su deseo era que yo renunciase a cumplir con mi obligación del gimnasio. Eso lo hacía todo más fácil.

Sin embargo no diré que me siento bien por ello. Si, la playa me hizo mucho bien, me ayudó a relajarme y me lo pasé bien. Eso es importante. Pero no olvido que falté a mi obligación. Es por ello que hoy SI voy a mantener firme mi determinación e iré al gimnasio esta tarde.

Por si acaso, quizás no sea mala idea apagar la blackberry a las 17:59, para evitar nuevas posibles tentaciones....

lunes, 25 de julio de 2011

Esto no ha terminado

Si, ya lo se. No he escrito nada en dos días. Se suponía que iba a crear una entrada diaria en el blog, para concienciar me en cumplir mis metas y todo eso.

Pero era fin de semana y he estado ocupado. Ya se que suena a excusa barata. Que siempre se pueden sacar 5 minutos de donde sea. Vale, es verdad. Voy a ser sincero: me he olvidado. Ni se me ha pasado por la cabeza en todo el fin de semana el tema del blog.
Bueno, al menos lo he retomado hoy lunes. Hubiese sido fácil pensar en dejarlo. Total, hace dos días que no escribo, ya he roto la regla sagrada que juré cumplir, ya no me queda honor. Así que qué más da. Reconozco que lo he llegado a pensar.... y me he cabreado mucho. Me he cabreado conmigo por ser tan jodidamente inestable y tener tan poca voluntad. Y he pensado ¿pero qué demonios? ¿Otra vez me voy a rendir antes siquiera de empezar? Se suponía que esto era serio.

Precisamente empecé esto con la finalidad de cambiar esa voluntad tan frágil, de ser mejor. Y al menos nadie podrá decir que no lo voy a intentar. Quien sabe. A lo mejor hasta lo consigo. De momento dije el viernes pasado que iba a ir al gimnasio, en parte como penitencia por no haber ido el jueves (ver la entrada anterior para más detalles).

Y fui. Vaya que si fui. Y os contaré un secreto: me sentó genial. Ya no solo porque hacer ejercicio sienta bien al cuerpo (que también). Era algo más. Era pura satisfacción. Satisfacción personal por haber logrado un objetivo: haber cumplido la palabra dada a uno mismo, ser capaz de realizar las cosas, no quedarse solo en decirlas. Era como un subidón de adrenalina acompañado de una sensación de gran satisfacción, de haber cumplido con algo.

Si, algo a cambiado en mi. Me siento mejor. Esto no puede parar, ha de continuar. Hoy voy gimnasio otra vez. Esto ya no es solo un tema de salud. Reconozco que la sensación que experimenté después de salir del gimnasio el viernes era algo que no sentía desde hacía mucho. Y me podría enganchar a ello...

Ahora que lo pienso, me arrepiento de no haber plasmado en el blog esa sensación antes, cuando la tenía más reciente. Eso me da otra razón más para continuar con el blog y con el tema de la superación de objetivos.
Vale. Intentaré esforzarme para escribir a diario  en el blog, aunque sea fin de semana. Creo que me va a venir bien.

viernes, 22 de julio de 2011

Vergüenza

Vergüenza de mi mismo es lo que siento. Y no tengo disculpa posible. Ayer era, teoricamente, mi segundo día de gimnasio. Tenía la firme decisión de no amilanarme, tenía claro que debía ir, estaba decidido. Incluso lo escribí al final del post de ayer. Recordemos que una de las razones por las que escribo este blog es la de automotivarme a hacer las cosas que digo que tengo que hacer, pero que luego por diversas causas no hago.

Ayer fue uno de esos días. De repente llegó lo inesperado. Una mensaje en el movil. Mi amigo Mifus. En pocas palabras me decía: "K pasa tío ¿k haces hoy por la tarde? ¿Te apetece tarde de birra y xbox?"

Birra y xbox. Dos de mis grandes vicios agrupados en el mismo sitio a la misma hora. La decisión estaba clara. Solo había un problema: ¿y el gimnasio? Ups. Cierto. Había dicho que esta tarde iba. Y hay que hacer las cosas que se dicen, hay que tener palabra, aunque esta sea con uno mismo.

La pareja ideal


Birra y Xbox. La tentación era demasiado poderosa. Y al final sucumbí miserablemente. Mentiría si dijera que tuve remordimientos. O que me lo estuve pensando largo rato. NO. No engañaré a nadie. La decisión fue casi instantánea. Me llegó el SMS, lo leí y prácticamente ya tenía decidido que iba a pasar el gym por una buena cerveza fría, un buen pique al Tekken y la compañía de un colega. Y eso hace que mi fracaso sea aún más estrepitoso, puesto que he puesto de relieve que me queda un largo camino y que mi voluntad flaquea mucho más de lo que me gustaría.

Por si fuera poco. ayer aprendí una dura lección y es que las cosas no siempre acaban como uno espera. Tampoco pedía demasiado, yo esperaba un buen vicio consolero con mi colega, pero cuando llegué a su casa lo encontré amorrado al sofá con una fumada de consideración. No tenía muchas ganas de jugar (por no decir que no era capaz de coger ni el mando), así que hice lo único que podía hacer: cogerme una cerveza fría, liarme un buen canuto y ver con mi colega la tele. Así que lo que iba a ser el duelo definitivo  al Teken se convirtió en una tarde de fumada viendo España Directo. Bueno, hay cosas peores....

Hoy espero remediarlo. Hoy SI voy a ir al gimnasio. Quiero de verdad que esto sirva para algo, estoy demasiado harto de rendirme siempre a la primera de cambio.  Ayer no fui, pues hoy toca y punto. Palabra.

jueves, 21 de julio de 2011

Sorpresas te da la vida

Sorprendido me hayo, en primer lugar por estar aquí escribiendo este segundo post. Parece que la cosa va en serio. En realidad, sería demasiado cómico el tirar la toalla el segundo día. Mejor esperar un poco más a que la desidia me venza. Voy a darme un voto de confianza al respecto. ¿Y si al final mi voluntad se fortalece y soy capaz de cumplir los objetivos marcados en el primer post? Podría pasar, ¿no?


En segundo lugar, no deja de sorprenderme lo que se ha convertido en mi tierra en la noticia del día: la dimisión del ex molt honoratble President de la Comunitat Francisco Camps. Y digo que me sorprende porque después de tanto tiempo defendiendo lo indefendible, repitiendo por activa y por pasiva que era 100% inocente de todas las acusaciones y que todo era una farsa orquestada por sus numerosos enemigos políticos (que mala es la envidia, Paco), no parece una decisión del todo lógica.
Bye bye, Paco. Cierra la puerta al salir.

Camps dice que dimite por no perjudicar al partido y por el bien común. ¿Como se puede sostener semejante afirmación sin echarse a reír? ¿Tan mal se ve en el futuro juicio como procesado (eso de imputado ya quedó atrás) que no se cree ni él que pueda ganar? ¿Tan contundentes son las pruebas? ¿Tan segura su condena?
Y si todo esto es cierto, la pregunta más importante es ¿por qué ahora? ¿Por qué no dimitió antes, señor Camps?.
Ya sabía que el juicio iba a llegar, sabía que se iba a encontrar en esta difícil situación y sin embargo continuó aferrándose a su puesto con uñas y dientes hasta que la dimisión ha sido irremediable.  Y aún habrá gente que lo aplaudirá por ello. Previsiblemente muchos de los que reeligieron para el puesto a un presidente imputado por corrupción. Visto lo visto, creo que en este país todavía nos falta mucha cultura democrática. Y hay una gran falta de autocrítica.
Me alegro de que se vaya, pero no me alegro de la forma en la que se va. La salida honorable hubiese sido hace 2 años, con las primeras acusaciones. Entonces me hubiese creído que lo hacía por defender su honor y para preparar su defensa. Incluso le hubiese otorgado el beneficio de la duda. Pero irse cuando se está entre la espada y la pared no es una salida honrosa. Es una salida por cojones. Ahora que lo pienso, muy acorde con el resto de su política...


En fin, los tiempos están cambiando.
Teddy Bautista ya no espresidente de la SGAE.

Francisco Camps ha dimitido como Presidente de la Generalitat Valenciana
Y yo he ido al gimnasio. Y hoy pienso volver.

Ya pocas cosas pueden sorprenderme.

miércoles, 20 de julio de 2011

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Ya está. Lo hice. Conseguido. He empezado un blog. Uno de los objetivos en mi vida alcanzado. Bien por mi. Ya estoy un poco más cerca de la felicidad.
Ahora solo tengo que terminar mis estudios universitarios, encontrar un trabajo en el que me sienta realizado y plantar un árbol para tener una vida plena.
Pero vamos a ir por partes, que el que mucho abarca poco aprieta y ya me estoy empezando a deprimir pensando en todo lo que me falta por hacer.

Hoy voy a lograr un segundo objetivo vital, a parte del presente blog que acabo de inagurar. Me voy a apuntar al gimnasio. Empiezo hoy mismo. Objetivo: eliminar de una vez por todas esa barriga cervecera que se ha empeñado en acompañarme a todas partes en los últimos años. Y si además me sirve para ponerme macizo y buenorro, pues mejor.

Pero no corramos demasiado. Hay que tener paciencia.
La senda hacia la perfección es larga y tortuosa, llena de obstáculos difíciles de superar. Necesito motivación, y ese es el otro objetivo de este blog (aparte de aumentar mi ego personal): marcar unos objetivos que cumplir.
Objetivo número uno: crear una entrada diaria en el blog. Acerca de cualquier tema que me parezca interesante o relevante para lograr mis objetivos.

Ya veremos como acaba la cosa. Como ya habrá adivinado el lector avispado, no me caracterizo por terminar las cosas que empie